Hace años, leyendo el libro de Daniel Goleman “What Got You Here, Won’t Get You There”, internalicé conceptos que me ayudaron muchísimo a descubrir aquellas cosas que sin darme cuenta prevenían que fuera una mejor líder.
A partir de ese momento empecé a observar con mucha frecuencia, que a medida que los ejecutivos van creciendo, están más aislados, casi no reciben feedback y si lo reciben pocas veces es con total franqueza.
Lo anterior me hizo constatar que cuando los líderes de la organización tienen una visión sesgada de lo que ellos mismos deben mejorar, les tomará más tiempo y desgaste a toda la empresa lograr las cosas, es decir habrá mucho reproceso incrementando costos y disminuyendo productividad.
Descubrir qué previene a un líder ser más exitoso de lo que ya es y cómo ayudarlo, fue algo que me propuse analizar. Al principio pensé que era un tema de madurez profesional/intelectual. Después que era un tema de la dificultad de cambiar hábitos. Después pensé que era difícil que aceptaran que la receta de éxito de una época no dura para siempre y que había que cambiarla. Por último pensé que es un tema de entendimiento de roles: Cuándo ejerces de CEO y cuándo ejerces de accionista por ejemplo.
Durante este tiempo de observación, he entendido que es un poco de todo lo anterior, probablemente basado en el “Dunning-Kruger Effect”, un sesgo cognitivo en el que las personas sobrestiman sus propias capacidades, fallan en reconocer sus errores y falta de habilidades, y fallan en reconocer habilidades genuinas y experticia en otras personas.
Entonces, ¿Qué hacer si quieres seguir siendo exitoso?
1. Pide feedback a tu jefe, colega y subalterno; y acéptalo como un regalo
2. Sigue aprendiendo: investiga más sobre lo que no sabes, Ej.: cómo la cultura organizacional impacta en la rapidez con que se logran los resultados – Sí, la cultura es el cómo logro los resultados y es tan poderosa que los agiliza, los retrasa o simplemente los “boicotea”
3. Siempre rodéate de gente que sabe más que tú y aprende de ellos: sé intelectualmente humilde
4. Hábitos son difíciles de cambiar, pero siempre puedes crear nuevos: si ejerces doble o triple sombrero dentro de la organización, aprende a delegar y enfócate en lo que aporte más valor
5. Si quieres que las cosas cambien, empieza por ti: No esperes que lo que te funcionó antes, funcionará ahora. Por ejemplo: Hay muchas empresas que están muriendo porque no lograron hacer relevo generacional de clientes, porque esperaban servir a las hijas y nietas de la misma manera que servían exitosamente a las abuelas.
Cualquier rol en el C-Suite, no se trata únicamente de tu conocimiento técnico, se trata de lograr que tu gente haga lo que tiene que hacer extraordinariamente bien. Si ellos funcionan bien, tú tendrás tiempo para anticipar direccionamiento, implementar cambios oportunos y maximizar las oportunidades de productividad y eficiencias.
Si quieres conversar más al respecto, llámanos, nos encanta compartir experiencias.